¿Qué es el Libro de Oro?: Es la publicación que llena las ansias del cinéfilo y el investigador por igual, que expande el horizonte de las filmografías y aporta nuevas figuritas al afán del coleccionista, el Libro de Oro de Cinefanía que se lanza en sus dos presentaciones: en lujosa y artesanal encuadernación en tapa dura (¡y a precio de rústica!) y en el habitual formato pdf ideal para su lectura en el monitor o su sencilla impresión en papel.
Libro de Oro 2013
Libro de Oro Cinefanía Cine Pulp, 2014, tapa dura, 334 páginas (peso: 570 grs)
Precio: AR$150.- / USD 17.- / € 14.-
Gastos de envío por correo certificado:
Países Limítrofes: USD 21.-
Resto de América: USD 31.-
Europa: € 29.-
Acerca del libro 2014: ENTRAMOS directamente en tema para llevar a cabo la difícil pero necesaria tarea de establecer nuestro campo de acción y, a la vez, explicar el significado de “cine pulp”. Nacidas al mismo tiempo que el cinematógrafo de los Hnos. Lumière, las revistas pulp se caracterizaron por un diámetro de apróx. 18 por 25 cm y la más barata pulpa de papel como materia prima. La legendaria revista Argosy y su accesible precio - que permitió una circulación de un promedio de medio millón de ejemplares mensuales - dictaminó toda una revolución en los gustos populares y el mercado editorial. Virtual réquiem para las llamadas “dime novels” que habían acompañado las pocas horas de ocio de nuestros ancentros del siglo XIX, las revistas pulp prefiguraron los mismos géneros (aventuras, misterio, fantasía, policial, terror, ciencia-ficción, guerra, western) que su medio-hermano, el cinematógrafo, daría a luz a través de las décadas. Las tapas vistosas, pobladas de alguna escultural joven en peligro o bien, alguna escena violenta, cumplieron idéntica función al cartel cinematográfico. Tras la II Guerra, las revistas pulp iniciaron una lenta pero inevitable agonía para transmigrarse en las llamadas ediciones de bolsillo o “paperback” y en las revistas de formato “digest” (aprox. 14 x 19 cm). ¿Qué significa, entonces, el mentado “cine pulp”? Los expertos siguen sin ponerse de acuerdo en cual de estas tres diferentes definiciones es la más válida:
- Producciones inspiradas en relatos o novelas aparecidos en publicaciones pulp
- Producciones inspiradas en obras publicadas, antes o después, en formato pulp
- Producciones que evocan climas, temáticas, personajes o situaciones relacionadas con el ámbito del pulp
.JPG)
Si nos atuviéramos estrictamente al primer grupo que, en rigor, es bastante exiguo, nos limitaríamos a reseñar las adaptaciones de "La Sombra", "Sexton Blake" o "Doc Savage" y nuestro libro no haría justicia al concepto que queremos establecer. De atenernos al segundo grupo, el libro sería como la Summa Teologica, ya que gran parte de la Literatura que el cine utilizó como fuente argumental pasó por este tipo de ediciones. En tanto, el tercer grupo, nos llevaría a hacer un libro infinito, ya que todos los géneros cinematográficos se caracterizan por reiterar los esquemas prestablecidos por los gustos populares de aquellos lectores. Así que en salomónica resolución hemos decidido combinar los dos primeros conceptos haciendo, eso sí, alguna que otra concesión al respecto del tercero y sin ser muy estrictos en cuanto a dime novel, penny dreadful, pulp, paperback, digest o la mar en coche.
Así que, redoblando la apuesta del último Cinefanía de Oro en que brindamos dos libros por el precio de uno, ahora el lector tendrá tres. Uno dedicado a los personajes más característicos que transitaron de las planicies del pulp a la pantalla. Otro acerca de los autores cuyo nombre implicaba la automática aceptación de millones de lectores... que devenían potenciales espectadores. Y un tercero con nuestra propia antología de relatos pulp llevados al cine.
La selección está guiada tanto por el olfato de buscador de rarezas como por el interés de esos títulos mencionados en las filmografías notables pero pocas veces reseñados. La meta es traer nuevamente a la consideración del aficionado a realizadores y estrellas, pero también a los autores en que se basan los films. Algunos son vigente sinónimo de todo un género (Poe, Leroux, Hammett); otros, antaño rabiosamente populares, ya han dejado de estar en los temas de conversación habituales (Edgar Wallace); y varios son moneda corriente pero solo para el ghetto de los iniciados (H.P. Lovecraft, Robert Bloch, Murray Leinster).
Tras el visionado de estas producciones surgen perceptibles similitudes. Los personajes aparecen prácticamente de la nada en historias que están de-sarrolladas con una velocidad tal que el espectador no tenga tiempo para notar los pozos argumentales y de verosimil. No hay mucha explicación lógica acerca de como el héroe deduce los misterios y cuando los expone, verbalmente, se hace de difícil comprensión. Es que los personajes no son seres humanos - con sus errores y vacilaciones - sino arquetipos cuyas personalidades se dibujan en dos o tres líneas de diálogo y el espectador hace el resto, es decir, imagina los pasados, las aspiraciones no resueltas, los dramas silenciados y demás.
Hay una especie de tendencia dentro del público cinéfilo a desdeñar este tipo de cine y a considerarlo, a lo sumo, por su mero interés arqueológico. Y a pesar que algunos de los 261 films que reseñamos han envejecido y otros son bastante mediocres (como por ejemplo The Phantom of 42nd Street, de 1945), ninguno es tan "malo" como los que hoy en día proliferan en las tardes y trasnoches de los canales de cable convencionales. En mayor o menor medida y, sabiendo "sintonizar" una época precisa, todos ofrecen esa cuota de entretenimiento, de distracción y - especialmente - evasión de una realidad que resultaba agobiante y que, llegado el caso, terminaría siendo mortal.
Nos resta agradecer a una elite de colaboradores de lujo, John Soister, Henry Nicolella, Carlos Díaz Maroto, El Abuelito, Cecilia Gradin, Carolina Carrari, Leandro Arteaga, Martín Durand, Juan Carlos Vizcaíno, Adrián Esbilla, Ramón “Roy Bean” Fernández y Jean-Claude "Tod" Michel quienes aportaron invaluables reseñas. Un relato al estilo pulp de Pablo Martín Cerone y una adaptación homenaje a uno de los grandes personajes ofrecen digno colofón junto a las ilustraciones de Adriàn Lodi y Gabriela Rodas. Elementos imprescindibles fueron aportados por los omnipresentes asesores Juan Carlos Moyano, Mariano Buscaglia y Patricio Flores. Y nuestra dedicatoria es, en esta ocasión, para Doña Herminia.
